MARCUS WARNER, UN GENIAL DIAMANTE EN BRUTO DEL QUE SE HABLARÁ EN EL FUTURO

Debo decir sin temor a equivocarme y con la mano en el corazón, más que nunca, que nada me ha emocionado tanto desde el punto de vista musical en el último año como Marcus Warner, un joven compositor inglés de apenas 24 años.

Sin duda tengo que decir que ha sido todo un hallazgo y que me ha sorprendido fundamentalmente por su música, una música enorme, de una calidad inigualable, con vitola de compositor importante, con empaque, de los que sabes que va a triunfar, aunque en realidad, tienes el deseo de que triunfe más que la certeza.

También me ha sorprendido porque no es muy conocido; y es que en el casi infinito panorama musical de las Nuevas Músicas, Nuevas Músicas que son fronterizas con la escasez de exploración o la nada directamente por los aficionados a la música enlatada y comercial propia de las radio fórmulas, estos se pierden una parte esencialísima, yo diría vital, para poder entender en toda su magnitud la música en mayúsculas, y con Marcus Warner, la música actual de calidad, de fidedigna calidad.

A este respecto y como siempre he sido muy reivindicativo en esta bitácora con respecto a la música de minorías, triste e injustamente denostada y apartada de la difusión en proporción inversa a la calidad que atesora, la música de Warner, actual, moderna, pero a la vez atemporal, es un límpido reflejo de que hay cosas geniales sonando por ahí y que jamás serán disfrutadas por muchos buenos amantes de la música y que desearían disfrutar con esto. Es muy fácil y aunque parezca que entro como un elefante en una cacharrería, siempre sabrás que los mejores jugadores de fútbol de cada país juegan en 1ª división, pero en la música no, no es lo mejor lo que suena en las radios o en las televisiones.

Por rematar mi hallazgo, sorpresa, descubrimiento, he de decir que explorando en la Red, apenas hay referencias de este compositor, todo lo más aquellas que te redirige a plataformas de música o de venta de sus trabajos, amén de la propia web de este asombroso genio musical. Y claro, uno siempre busca conocer si a alguien de habla hispana le ha inspirado como a mí, y ha tenido el detalle de dar una opinión o hacer una reseña de su música y yo…, yo no he hallado tal referencia; así que aquí me encuentro siendo probablemente la primera persona de habla hispana que describa, remarque y pormenorice algo sobre la música de Marcus Warner.

No llevo a cabo este gesto para apuntarme medalla alguna, siempre soy de la opinión de que recibo mucho (de Marcus Warner muchísimo) cuando escuchas una música que te envuelve, te encanta, y en este caso que te emociona tanto, que apenas tú restituyes lo que se te ha dado con esta humilde pincelada en un blog de un hombre de provincias, anónimo y con una proyección mediática escasa, tan escasa como muchas de las músicas que propongo escuchar en mi blog. Así que mi reseña es también un vasto agradecimiento.

Cuando refería antes que tú escuchas algo y te gustaría que se proyectara tanto que fuera conocido por muchos, es efectivamente un anhelo y no una premonición; pero justo con Warner me atrevo a tirarme al charco, y en el cenagoso universo musical, por aquello de lo del charco, este compositor está haciendo ya, con su insultante juventud, una música de tal calidad que lo veo pronto siendo un icono de la música ambiental en el siglo XXI y que va a triunfar haciendo bandas sonoras épicas para películas comerciales, que también es una muy buena manera de que se conozca el trabajo de este artista.

Y es que de Marcus Warner podemos definir su estilo musical, dentro de lo contemporáneo y de las Nuevas Músicas, como un hacedor de sintonías épicas, con enjundia, sinfónicas (más exactamente que podrían ser orquestadas y tocadas por una orquesta sinfónica) y que también evocan sonidos tradicionales celtas o asiáticos, mezclando lo clásico con lo moderno. Ahora mismo ya ha hecho bandas sonoras para juegos y también para documentales, aparte de que él mismo impulsa sus discos, también produce personalmente vídeos de alguno de sus temas más destacados, en ellos pone en conexión al hombre de hoy con su quehacer diario y con la naturaleza, con los avatares que la cotidianidad inspira en cada uno de nosotros.

Nacido en Salisbury, al sur de Inglaterra, en 1996 ya comenzó a hacer sus primeros pinitos con 14 años, y en 2014 presentó su primer disco profesional y consolidado «Liberation», después han venido varios más, con cierta periodicidad, uno cada año y medio aproximadamente. Warner tiene una sólida preparación musical, toca piano y sintetizador, y reitero que su música tiene muchas potencialidades para ser orquestada.

Mi descubrimiento fue con África (por favor gasten cinco minutos en escucharlo), es de estos temas que escuchas y te dices a ti mismo que tienes que parar de hacer lo que estás haciendo para saber quién ha compuesto algo tan bello; y realmente esa preciosidad evocaba al referido continente, porque creo que Warner es un visionario a la hora de transmitir ambientes con su música, nuestras neuronas se prendan de esas sensaciones y te permiten volar a ese lugar adonde te quiere llevar el compositor. A todo esto hay que decir que Spotify me sugirió este tema porque podría gustarme, y qué genialidad acongojante lo de los algoritmos que predicen o presuponen lo que se adapta a ti, lo que nos deparará el futuro…

Y ya después de todo, no hay más que perderse, ya sea para desconectar durante un rato o durante un todo. Me ha pillado Marcus Warner en un momento de subidón y luego de angustia, esta angustia que a todos nos aprisiona por lo que el mundo que nos rodea está atravesando, aunque lo más relevante de todo esto es que no habría llegado hasta aquí si no reconociera que este chico me hizo llorar de emoción, y no sabía cuánto tiempo hacía que no lloraba con la música.

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