EL HOCKEY SOBRE HIELO EN ESPAÑA CRECE (XII)

Barça hockey hielo,
Campeón Liga 2020-21
Mal trago pasamos los aficionados al hockey sobre hielo el año pasado cuando la pandemia irrumpió en nuestras vidas y en nuestro modo de movernos en el mundo, y afectó de lleno a un montón de competiciones oficiales. Pero a la vista está que esto no era algo pasajero y este año 2021 con las vacunas debe ser el punto de inflexión para que 2022 sea ya un año más normal a nivel competitivo.

Así las cosas, este 2021 ha sido un año en blanco en lo que a la participación de nuestras selecciones nacionales en los diferentes mundiales de sus categorías. De hecho la federación internacional, la IIHF, solo ha permitido que se celebren los mundiales de las máximas categorías tanto masculinos como femeninos en todas las divisiones existentes por edad. El resto de eventos se han cancelado, es decir, salvo los 12-16 países más potentes de este deporte, donde se puede considerar que hay jugadores/as profesionales, los deportistas más o menos no profesionales habrán concluido un periplo de dos años sin haber defendido los colores de sus respectivas naciones.

Como se suele decir «mal de muchos...», en este sentido, el hecho de dar bola (o disco) a esas selecciones profesionalizadas es quizá favorecer el incremento de calidad de los grandes y probablemente hacer que la brecha con respecto a sus inmediatas perseguidoras sea más grande. Y no hablamos ya del frenazo en la progresión de las más pequeñas, pero como habrá sido igual para todas se entenderá que debe ser «el consuelo de tontos», y que nadie habrá perdido más que su contrincante, a priori.

No obstante, y como lo que nos interesa es destacar el hockey sobre hielo en España habrá que pensar en positivo y destacar que más que menos hemos podido mantener algunas competiciones y es de desear que en el momento de aterrizaje en cierta normalidad competitiva no hayamos sufrido más que otros países.

El mundial masculino absoluto que se celebró en el mes de mayo en Letonia y del cual pudimos ver buena parte del mismo en Teledeporte (a ver si echan también partidos de nuestras selecciones cuando toque), nos deparó una competición que, a mi modo de ver, tuvo menos nivel que otros años; amén de la limitación de jugadores de la NHL, que no te hace percibir el valor real de las selecciones, por el tipo de resultados que se produjeron y cómo se desarrolló el torneo, un tanto errático, no ha sido especialmente brillante.

Sorprendió por encima de todo no quién ganó, Canadá, eternamente Canadá, sino que salvó los muebles por los pelos, para ir clarísimamente de menos a más. En la fase previa parece que los canadienses fueron de vacaciones, perdían contra la selección letona, los anfitriones le dieron la primera en la frente. Después caerían con contundencia ante Estados Unidos; continuarían con una derrota ante Alemania y también perderían en el tiempo añadido ante Finlandia. Tres victorias frente a Noruega, Italia y Kazajistán les permitirían meterse como cuartos de grupo, última plaza disponible para los cuartos de final y verse las caras ante Rusia. Ahí cambió el chip el conjunto norteamericano y ya solo conocería el triunfo hasta la gran final en la que doblegarían a los fineses con los que habían perdido en la fase preliminar. El tercer puesto fue para Estados Unidos en detrimento de Alemania.

Si ya el pasado año Gran Bretaña reaparecía en la categoría top después de varios lustros de sequía y lo hizo muy bien, sin perder la categoría, en este Mundial ha cumplido su misión, la cual se podía limitar casi a ganar un partido, y lo hizo, derrotó a Bielorrusia y el año que viene seguirá estando entre los mejores, menudo idilio, inesperado por otra parte, para los británicos.

El mundial femenino absoluto se disputará en agosto en Canadá (principales favoritas), así que espero dar cumplida cuenta en mi resumen del año que viene, si me acuerdo.

Mientras tanto he de obviar posibles calendarios de competiciones de selecciones para esta próxima temporada porque está bastante en el aire, como es imaginable. No obstante, sí que se ha anunciado que, a la vista de los Juegos Olímpicos de invierno de Pekín 2022 que, por cierto, están a la vuelta de la esquina como quien dice, porque serán en febrero, en apenas unos meses, la composición de los grupos preliminares de clasificación en lo que respecta a España femenina es la siguiente (en hombres ya caímos en 2019): Nuestra selección femenina competirá por un puesto para la siguiente fase en Italia ante las anfitrionas más Kazajistán y Taiwán, no será fácil. En el caso hipotético de que fueran las primeras la siguiente fase sería contra otros tres países más, pero ya mejor situados en el ranking, o sea, objetivo casi imposible, pero bueno, habrá que esperar que nuestras chicas cojan experiencia y sigan creciendo, porque antes de la pandemia el devenir y crecimiento de las féminas en España atisbaba claramente una mayor proyección que en los hombres.

El problema de toda esta situación es que las competiciones nacionales también se han visto afectadas, porque dado el carácter aficionado, relativamente en algunos clubes que tienen jugadores/as extranjeros/as, tampoco ha querido forzar la máquina demasiado la Federación Española.

Se realizó una reestructuración hace apenas tres o cuatro temporadas para pasar de una segunda división a otra exclusivamente sub 20 en categoría masculina, con cosecha que está por ver; pues bien esta categoría no ha tenido competición y esto no suena bien; motivos sanitarios los hay y desconozco si se han tomado decisiones similares en países de nuestro nivel, pero está claro que un año sin competición oficial para numerosos deportistas entre 18 y 20 años es todo un palo.

Sí hubo en formatos reducidos competiciones en sub 18 con el campeonato para Jaca y en sub 15 con el primer lugar para Quimeras Valdemoro; interesante este último triunfo de cara a que abastezca esta cantera a un Majadahonda que lleva años sin estar en los puestos de privilegio de la Superdivisión.

En esa Superdivisión masculina hubo competición regular y luego playoffs, aquí el FC Barcelona (no soy del Barcelona, pero por lo que respecta a otros deportes que no son el fútbol, admiro su estructura y verdaderamente que son «más que un club») ha hecho valer su inversión en cantera y en jugadores foráneos y se divisa que pueda dominar este deporte en el próximo lustro. En semifinales del playoff se deshicieron con contundencia de CH Jaca por 2 a 0, y por 3 a 0 en la final ante CG Puigcerdà. Los barceloneses contaron este año en sus filas con el japonés Sho Sarusawa, que seguramente es el primer asiático que gana la liga en nuestro país.

Lo sorprendente es que en la Copa del Rey, con un formato de final a 4, y celebrada la competición en Jaca, sí que se dieron cumplida revancha los aragoneses batiendo a los culés en el tiempo añadido por 2 a 1. Continúan los jacetanos con su idilio con la Copa mostrando que a un solo partido pueden ser sumamente peligrosos.

En categoría femenina no hay nada nuevo bajo la luz del sol, las chicas del SAD Majadahonda lo han vuelto a hacer y su dominio es abrumador, una nueva liga y una nueva Copa del Rey; por el momento no hay que les tosa, ya van para no sé cuántos los entorchados en una u otra competición.

En féminas precisamente es donde las Granada Grizzlies seguían en competición pero este año se tuvieron que retirar apenas su inicio. Y es que en Andalucía, en hombres no llegamos y en chicas no terminamos de cuajar, y mira que ya era para haber consolidado una estructura de cantera y un proyecto que compitiera, aunque perdiera todos los partidos.

El resumen de este año es que no se crece pero tampoco se mengua, habrá que ver cómo evoluciona la pandemia y a ver si es posible que una anormal normalidad permita que las competiciones nacionales e internacionales puedan fluir como lo que eran.

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