"POLÍTICAMENTE INDESEABLE", DE CAYETANA ÁLVAREZ DE TOLEDO

Habiéndome autoconvencido y rectificado acerca de que no me puedo considerar apolítico cuando sí me interesa la política y que me debo definir más bien como apartidista, algo que asumí tras la apreciación de un buen amigo mío con ocasión de la reseña que hice del libro de Rosa Díez «La demolición», ahora vuelvo a alimentar este género de la crónica política de manos de la popular en varios sentidos Cayetana Álvarez de Toledo, a la que por cierto le une una buena relación con la susodicha Rosa Díez.

He de decir que comencé a leer el libro antes de los convulsos acontecimientos ocurridos recientemente en el seno del Partido Popular y, por supuesto, también antes de la invasión rusa en Ucrania; y es que como suele ocurrir con estos libros de «actualidad política» es la propia «actualidad» la que hace que envejezcan rápido y casi caduquen en un santiamén. Lo de la crisis del PP lo anticipaba Cayetana y no esconde sus recelos en este libro hacia Pablo Casado y muy particularmente hacia Teodoro García Egea, al que acusaba de haber impuesto la «teodocracia»; y aunque no preveía el horror de esta nueva y enésima guerra capitaneada por Putin, sí que señala la indolencia de las naciones occidentales, entre ellas Estados Unidos, inmersas en la hipocresía de estar constantemente mirándose el ombligo incapaces de afrontar con seriedad los temas que más preocupan a la humanidad, siendo inconsistentes en cuanto al freno de los extremismos en numerosos focos repartidos a lo largo de este mundo.

Por cierto y valga como paréntesis las similitudes entre el libro de Rosa Díez y este son pocas, es verdad que ambas critican la política de Pedro Sánchez como un peligro para la democracia, pero solo hasta ahí; el libro de Rosa Díez era muy obsesivo y no compartía mucho de lo que se decía y este me ha sorprendido agradablemente porque me ha dado una visión de Cayetana Álvarez de Toledo distinta a la que tenía cuando hace unos meses era un personaje mediático a más no poder, por su responsabilidad y por la llevanza de ese cometido.

Y sí, tengo que decir que me ha gustado el enfoque del mismo y la forma en que aborda la realidad política de nuestro país y su experiencia efímera como portavoz popular, y es que no gustaba en sus propias filas lo que decía y cómo lo decía y la cesaron en ese cargo.

Pero antes que nada tengo que señalar que no tenía una imagen muy asentada de esta política más allá de su forma de hacer política, tal vez un tanto polémica, un tanto antipática, ella lo reconoce, y esa imagen de «pija» con un fuerte acento argentino, y todo ello asumido por mí de una forma exenta absolutamente de opinión formada.

Sí que es cierto que daba la impresión de ser vehemente y de tener un estilo de salir a la arena política no muy convencional, pero no tenía yo argumentos para dar por hecho que me cayera mejor o peor. Y ahora sí, el libro me ha sacado de dudas y me ha formado esa opinión.

Por cierto que el que tenga duda o se haya pensado que por tener acento argentino, esta persona puede ser menos española que este que escribe o cualquier ciudadano con la nacionalidad de nuestro país, es que es un necio. Para empezar en España no hay ciudadanos de primera ni de segunda, el que tiene un carnet de identidad español lo es absolutamente, ya está, no hay más vueltas. Pero es que por si fuera poco lo que más me ha impactado o sorprendido es que Cayetana Álvarez de Toledo tiene mayores conocimientos de España que la mayoría de los españoles, de hecho es licenciada en Historia moderna por la Universidad de Oxford, habiéndose doctorado con una tesis sobre el obispo Juan de Palafox, virrey de Nueva España, y que es extremadamente culta, «intelectualmente elitista» se define ella, tesis dirigida por el hispanista John H. Elliot, casualmente fallecido esa semana. Esto último es algo que se aprecia en el modo cuidado y lingüísticamente perfecto de expresarse, en la referencia a citas literarias e históricas, en la profundidad de sus alegatos y, en definitiva, a todo lo impregna una pátina de sabiduría que imagino que puede abrumar a cualquiera que le intente refutar algún pronunciamiento, y sobre todo a muchos hombres eso les ha sobrepasado, porque ella los ha sobrepasado.

Criada entre Argentina, Reino Unido y España, habla perfectamente aparte del español, el inglés y el francés, de hecho cuenta con las nacionalidades española, argentina y francesa; ha tenido una vida a lo ancho, esto es, su existencia está llena de aventuras, de historias apasionantes, su cuna, sus padres, lugares donde ha residido o que ha visitado, personas y personajes que ha conocido…, es una mujer con un impresionante bagaje existencial, una de esas personas con carisma a las que uno de verdad le gustaría conocer.

Se trata de un libro-ensayo bastante extenso y en el mismo cabe casi de todo en ese repaso a la actualidad política de nuestro país, y no es sencillo reseñar todos los temas que trata, lo que sí es cierto es que se podrá o no estar de acuerdo con sus apreciaciones pero sus argumentaciones son impecables, dignas de una política de altura, de esas que nos son difíciles o casi imposibles de rebatir.

Y el caso es que aparte de su lucidez es tremendamente educada y sabe medir sus palabras con los contrarios y presume de diseñar muy mucho lo que va a decir y cómo lo va a decir, así que no es de recibo pensar, como muchos creen, que se trata de una persona visceral que suelta por su boca lo primero que se le viene a la mente, todo lo tiene bien calculado. Es, en todo caso, y valga como alabanza, una mujer de sólidos principios, de esas de «armas tomar», una política bregada en el periodismo inteligente que ha transportado dicha experiencia al hemiciclo.

Ya digo que se podrá estar en desacuerdo o no con sus postulados pero es brillante en sus exposiciones; y sin conocer mucho de lo que defendía (y defenderá en el futuro porque la defenestraron) sí que hay una cosa en la que coincido y es que es o ha sido proclive a la existencia de un gobierno de concentración en determinado momento para evitar el gobierno Frankenstein que ahora tenemos (algo que yo hubiera aprobado y lo he expresado en este blog), y es que mucho se queja el PP pero si el PSOE quería gobernar estaba abocado a abrazar a los radicales con los que ha tenido que compartir salón de baile; o la concentración también en el peor momento de crisis social del último siglo con una pandemia que exigía la responsabilidad de todos.

Claro que Cayetana Álvarez de Toledo ha levantado polvareda, pero tal vez puede ser que no estamos acostumbrados a que esa aparente vehemencia, que es impostada, medida, venga de una mujer que expone sus opiniones con una indudable claridad y más que ello con libertad, porque qué clase de libertad es esa que imponen los partidos políticos del criterio único que manifieste el líder o su cohorte. Cayetana se precia de decir lo que piensa y hacer lo que dice, sí una especie de rara avis, pero también lo que debería ser un político de verdad. Una política de verdad.

No son pocos los dardos que le lanza a Pablo Casado pero más que por su forma de ser y actuar, y es que se llevaba muy bien con él, por haber sido demasiado blando y haber dejado todo el poder a Teodoro, y así se lo reconoció en una cita. Y Teodoro ha adocenado a los suyos y acrecentado la mediocridad de los desconocidos en el hemiciclo. Y ya se sabe lo que ha pasado… Y huelga decir que es defensora de Isabel Díaz Ayuso.

También critica ese odio exacerbado hacia Vox, pero es que el PP no tiene mucho margen, de hecho gobierna en Madrid o en Andalucía gracias a Vox, por eso no debe hacerle tantos feos, porque si quiere gobernar en España si mira a su derecha está el partido de Abascal y en el centro estaba Ciudadanos, que ya ha desaparecido y no hay posibilidad de congeniar con PSOE, así que la ecuación es simple.

Cayetana también se reafirma en su españolidad y su apuesta para ser diputada por Barcelona fue un interesante golpe de efecto, porque fue un bastión de la defensa de la Constitución en una Cataluña prendida al nacionalismo de unos pocos que quieren segregar al resto. Estas palabras son geniales «Las políticas identitarias nacen de una pulsión infantil, engañosa, casi inhumana: el ansia de sistematizar el mundo, de reducirlo a una contienda binaria entre categorías rígidas y fácilmente manejables. La realidad es polícroma y variable como un caleidoscopio. Ahí reside su interés. Y su belleza. Y su valor». Y es que vivimos en una España terrible donde como ella misma refiere el odio al extranjero se condena, y el odio al compatriota se celebra. ¡Qué ignominia más grande!

Como tiene para todo y para todos no es sorprendente deducir que tiene sus notable diferencias con los populismos y al hilo del separatismo, los populismos también nos quieren segregar, dividir, simplificar, los hombres son malos y las mujeres son buenas, y dice «El separatismo es un concepto perfectamente aplicable a la ideología de género, que en su histérica deriva antiigualitaria ha enfrentado a las mujeres con los hombres, a los homosexuales con los heterosexuales y hasta a las feministas nuevas con las viejas».

A Cayetana la echaron pero no renunció a ser diputada y me parece una decisión acertadísima, de empoderamiento, de apuntalamiento de principios, durante año y medio estuvo luchando contra lo indeseable en la política hasta que la convirtieron en políticamente indeseable, el título que da nombre a su libro. Yo ya la tengo anotada como persona a seguir en el futuro, no creo que su carrera haya terminado ni mucho menos.

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