SUMO, UN DEPORTE DE DIOSES (XV). RESUMEN DE 2023

Imperio mongol en el sumo:
El gran Hakuho observa las evoluciones
del único yokozuna actual Terunofuji
y los nuevos ozekis de 2023 Kirishima
y Hoshoryu
Finalizado el 2023 en el mundo del sumo el resumen de este año cronológico no tendría un titular sino varios aunque me voy a quedar con uno, tal vez el menos deportivo, y es que lo negativo ha sido lo noticiable, puesto que el único yokozuna en activo, Terunofuji, prácticamente no ha comparecido en los torneos.

Efectivamente 2023 se nos despidió si no tan abierto como en 2022 donde hubo seis ganadores para sendos torneos oficiales, sí con opciones para muchos luchadores, en este hemos tenido cuatro luchadores distintos y, por tanto, dos han repetido triunfo.

Y es que corren malos tiempos para Terunofuji, que no es precisamente un chiquillo, y que ya lo tenemos instalado en los 32 años, le queda sumo todavía en su cuerpo pero habría que preguntarse si ese cuerpo aguantará, porque el año ha sido casi para olvidar. Compitió en mayo y ganó, porque es cuando está en el dohyo es el mejor y con diferencia, pero tiene que estar bien físicamente. En julio lo intentó y abandonó al cuarto día. Y los otros cuatro torneos en blanco, amén de que venía de perderse el último torneo de 2022.

A Terunofuji le han llamado a capítulo varias veces, es cierto que el rango no se pierde, pero tiene que ser un digno defensor del mismo y no le pueden estar aguantando (el Comité de Deliberación de Yokozunas) que esté permanentemente con achaques (lesión de espalda, doble cirugía de rodilla), que sí, que él no tiene la culpa, pero si persistiera en el futuro esta tendencia desde luego que le invitarían a que se retirase. Las últimas noticias que tengo es que ha confirmado su participación en el primer torneo de 2024, el llamado de Año Nuevo en el Ryogoku Kokugikan de Tokio. No ha entrenado mucho pero tiene calidad a raudales para optar a todo.

El año pasado aventuraba que el dominio mongol estaría secundado por Hoshoryu el sobrinísimo del que fuera enorme yokozuna Asashoryu, ya que había tenido un 2022 muy pujante y efectivamente se confirmó en septiembre su ascenso a ozeki tras su victoria en el torneo de julio, única que actualmente ostenta en su carrera.

Sin embargo, no vi venir que otro mongol le iba a superar y ha tenido un ascenso más meteórico si cabe y está gustando más a la gente su espíritu de lucha, no es otro que Kiribayama, que ha ganado dos torneos en este año, el de marzo y el de noviembre, y en julio también sería ascendido a ozeki; al alcanzar ese rango se cambió el nombre (shikona) y ahora es Kirishima. Sin duda, a día de hoy es el mejor posicionado para alcanzar el grado máximo de yokozuna, pues es el último ganador de torneo y si repite ahora en enero tendría todas las papeletas para ello.

El 2023 lo empezamos con una escasez importante de ozekis, solo teníamos al japonés Takakeisho y terminamos el año con tres. Takakeisho me ha sorprendido agradablemente en este año, porque ha ganado dos torneos (enero y septiembre), aunque si bien es cierto que le ha faltado algo de consistencia porque un nuevo triunfo tras los torneos que ganó también le hubieran posibilitado la proclamación como yokozuna, pero se quedó lejos. No obstante ha sido su mejor año porque jamás había conseguido dos triunfos en un solo año, y con esto ya alcanza la cifra de cuatro copas del Emperador. Esa consistencia es la que le falta para alcanzar el grado máximo pero siendo honesto creo que no va a llegar.

Por tanto, el balance de victorias fue el siguiente: Torneo de enero para Takakeisho, el de marzo Kiribayama, mayo para Terunofuji, el de julio lo ganaría Hoshoryu, repetiría copa Takakeisho en septiembre y cerraría el año en el torneo de noviembre Kirishima (o Kiribayama con el antiguo shikona).

De algún modo, Takakeisho por más que se le pueda tildar de «pecho frío» ha seguido siendo el baluarte de la afición japonesa y el mejor luchador nipón del último lustro y desde luego aventuro que volverá a ganar algún torneo este año.

Y es que ha habido buenas competencias, los torneos han sido emocionantes y hemos tenido algunas actuaciones prometedoras por parte de luchadores jóvenes, que habrá que ver si cuando lleguen más arriba no les viene el nada inhabitual vértigo. Kotonowaka ha cogido galones en 2023 y ha estado en balance positivo todos los torneos aunque tal vez le falte más solidez con los de arriba.

No obstante, la sensación de este 2023 o más concretamente de la segunda mitad, ha sido Atamifuji, que ha tenido un fulgurante ascenso y que en sus únicos dos torneos en makuuchi (máxima categoría del sumo) ha conseguido sendos subcampeonatos y ya está a las puertas del sanyaku. Con 21 años la lógica nos dice que con lo mucho que ha demostrado en tan poco tiempo está llamado a ser ese gran luchador local que los japoneses están esperando desde hace más de dos décadas.

Tampoco le va a la zaga Hakuoho, con un shikona parecido a Hakuho, porque está auspiciado por el mejor sumotori de todos los tiempos ya que pertenece a la heya (establo o escuela oficial de sumo) que él regenta. Hakuoho también es joven, 20 años, y en apenas un año en el sumo profesional estaba arrasando, una grave lesión lo hizo perderse los dos últimos torneos del año. Sería buenísimo que le hiciera la competencia a Atamifuji y, de cumplirse este pronóstico, estaríamos ante una nueva dimensión del sumo profesional y una alegría para los aficionados japoneses que verían a dos grandes jóvenes para intentar doblegar el actual dominio mongol.

De Abi esperaba más en 2023, tras su descenso a los infiernos por saltarse las normas antiCovid, y aunque ya está arriba se lo ha ido tomado con calma y tiene calidad para estar permanentemente en el sanyaku pero no quiere o no puede.

También en 2023 regresó a makuuchi el que fuera ozeki Asanoyama, también fue descendido por las mismas razones que Abi, por ser díscolo con las normas. Parece que sí quiere regresar a su puesto de ozeki y ha ido siendo sólido pero en el último torneo una lesión le impidió luchar todos los días y le hizo terminar con números negativos. Sería bueno que estuviera acompañando a Takakeisho, siendo un baluarte de la veteranía japonesa en el sumo.

Como eternos aspirantes yo diría que tenemos al siempre competitivo Daieisho, que de vez en cuando se da un tiro en el pie y deshace lo bueno que ha hecho en los torneos precedentes. Y casi con el mismo perfil los hermanos Onami, Wahamotoharu y Wakatakakage, aunque este último lleva varios meses con una grave lesión y ahora tendrá que remontar desde las categorías de abajo. También soñaba con que Takayasu volviera a ser ozeki, un sumotori que me gusta mucho, pero me conformo con que gane un torneo, ojalá que sea en 2024.

Entre los extranjeros el mongol más prometedor, aparte de los tres de arriba, es Hokuseiho, un gigantón de dos metros que parecía que iba a ser dominador desde su altura, pero que le está costando más trabajo que el que se presumía el asentarse en la máxima categoría. El kazajo Kinbozan también parecía que podría llegar este año al sanyaku pero tras una sucesión de rápidos ascensos también se ha frenado en la zona media de makuuchi. Y finalmente tenemos al ucraniano Shishi que ya lo tenemos en categorías profesionales, en juryo (segunda categoría), y que sería muy atractivo en 2024 asentarse en makuuchi, ver su desempeño y comprobar si puede aguantar ahí y hasta dónde puede llegar.

En definitiva, un 2024 que estará marcado por lo que el cuerpo de Terunofuji pueda aguantar, porque están ahí sus compatriotas Kiribayama y Hoshoryu para comerle la tostada, y de paso Takakeisho también. Los máximos candidatos para ganar los seis torneos de 2024 debieran salir de algo más de la docena de nombres que he indicado aquí, y desde luego si hay algún aspirante a ozeki igualmente cualquier nombre que no haya apuntado aquí sería una verdadera sorpresa.

Por último y como curiosidad o fabulosa noticia este 2023 nos ha dejado la fantástica noticia de que ya se ha creado en nuestro país la Asociación Española de Sumo y ya se están llevando a cabo los primeros entrenamientos. La idea es ir promocionando el sumo en nuestro país y, de paso, intentar en el futuro que algún deportista, sea hombre o mujer, pueda competir en los campeonatos amateurs europeos y mundiales.

Comentarios