HERMANOS DE SANGRE, UNA IMPRESIONANTE SERIE PARA LOS AMANTES DEL GÉNERO BÉLICO

Comentan mis compañeras de oficina estos días, entre recomendaciones de series de televisión que van y vienen, que últimamente la gente se ha aficionado a ver series (por Internet) más que a presenciar la programación televisiva diaria. No lo dudo, por aquello de que existen multitud de estímulos para verlas, aparte de una pléyade de plataformas que te facilitan el acceso a series actuales o antiguas. Sin duda, la comodidad es máxima, ves las series cuándo y cómo quieres, como si quieres liquidarte una serie completa en un fin de semana.

Sinceramente no me confieso como un gran «seriófilo», aunque bien es cierto que desde que este blog se puso en marcha hace ya unos cuantos años, y que actualizo con una regularidad que hasta yo mismo me sorprendo y que no auguraba en sus orígenes, siempre he estado enlazando una serie con otra en mis limitados ratos libres; aunque también es verdad que no encuentro tiempo para hacer un maratón y acabarme una serie en un tiempo récord, más bien al contrario, hay series que me acompañan meses y meses, hasta años; algunas incluso las he empezado a ver, unos cuantos capítulos, pero luego no la continúo.

Lo que no desdeño es el buen hábito de recibir ofrecimientos para ver alguna serie. Cuando mi amigo Eladio Jiménez me insistió este verano en que viera «Hermanos de sangre», lo hizo con tal determinación y convencimiento de que me iba a gustar, que no dude, máxime cuando me conoce bien y estos últimos meses le hemos dado una vuelta de tuerca a nuestra amistad. Probablemente todo se resuma en un «seguro que te va a gustar».

Dicho y hecho, comencé a descargarme capítulos, y además tenía un par de datos positivos que últimamente pido para una serie, lo primero es que no tenga muchas temporadas por aquello de que no se me eternice, y lo segundo es que sea una serie ya acabada porque no quiero estar pendiente de sucesivas temporadas, básicamente porque ver una serie implica su debida reseña en esta bitácora y yo quiero dar cuenta de su final.

El tema de la serie, de principio me interesaba, 2ª Guerra Mundial, y no muchas más referencias, porque yo tampoco las pedí, y si Eladio me dijo algo yo lo obvié, porque me gusta entrar en una serie casi como si fuera un tesoro, un regalo que abro por primera vez, que desenvuelvo y no sé lo que hay dentro.

Hermanos de sangre narra la historia real de la Compañía Easy de los Estados Unidos de América en la 2ª Guerra Mundial, inserta esta en la 101ª División Aerotransportada, básicamente se trataba de infantería paracaidista. Estados Unidos entra en la 2ª Guerra Mundial bien empezada esta, prácticamente en su ecuador, finales de 1941 con el ataque a Pearl Harbor. Un conflicto bélico que se preveía largo y para el que Estados Unidos fue preparando sus tropas no profesionales durante muchos meses antes, para su ingreso definitivo y contundente en la contienda, con ocasión del Desembarco de Normandía, el que se considera el principio del fin del ejército nazi.

El primer capítulo narra efectivamente como un grupo de muchachos voluntarios comienza a ser adiestrado en un campamento del estado de Georgia en la costa este de los Estados Unidos. Después de un esforzado entrenamiento tienen su puesta de largo precisamente en Normandía, y con posterioridad la Compañía Easy tiene presencia en varios de los momentos decisivos del fin de la guerra, estuvieron en Holanda, en Bélgica en la célebre Batalla de las Ardenas, y finalmente en Alemania, llegando hasta «el Nido del Águila»; incluso llegaron a liberar un campo de concentración o lo descubrieron recién huidos los carceleros en la propia Alemania.

En sus diez capítulos tenemos la fortuna de presenciar la 2ª Guerra Mundial muy desde dentro con un realismo sin parangón tanto en cine como en televisión, y mira que habremos visto productos de temática bélica desde que éramos chicos, pero si he de alabar algo muy fundamental de esta serie, es que consiguen captar la guerra real con una absoluta fidelidad. No hay imágenes generales, o sí las hay pero no es un recurso fácil y barato; porque sí que hay guerrillas, combates casi cuerpo a cuerpo, asaltos, emboscadas, acciones puntuales, labores de artillería, infantería…, apasionante para el que le guste este género.

Este esfuerzo de realismo no se consigue con facilidad, y es que detrás hay mucha inversión, no en vano los productores ejecutivos no son unos mindundis, puesto que son Steven Spielberg y Tom Hanks, casi nada al aparato. Lo que me sorprende es que tuviera tan escasa difusión en España, imagino que algún canal privado de televisión, creo que Telecinco, para esta fabulosa serie de HBO, televisión por cable estadounidense propiedad de la Time Warner.

Por otro lado, cabe destacar que pese a ser una serie con continuidad cronológica e histórica, no cae en la rutina que puede suponer narrar siempre desde el mismo punto de vista. En este sentido, el guión está muy bien obrado, puesto que en cada episodio, aparte de la trama bélica que discurre por varios puntos de Europa, la narración se realiza siempre por diferentes personajes, el teniente, el médico, un soldado, un sargento…, ellos tienen su propia visión, y en ellos se centran las imágenes, desde su percepción, es casi una manera de ver la guerra en primera persona, conviviendo con sus experiencias, sus temores, sus esperanzas…

Es significativo ver cómo la serie se acerca al plano humano de sus protagonistas, realizada en 2001, en ese momento, todavía vivían los personajes reales que aparecían en la serie. Los vemos desde que nacen para la guerra en sus campamentos nacionales, hasta el final, unos porque mueren y otros, los afortunados, que mientras asisten a la rendición de los alemanes están pensando qué harán cuando vuelvan a su país, a la realidad, donde no son héroes y donde deberán incorporarse a una vida civil sin sobresaltos, la mayoría lo consiguen.

Para los recreadores de batallas, fenómeno en auge en nuestro país, es decir, aquellos que se visten de época y muestran con sus atuendos algún momento de las guerras históricas, la 2ª Guerra Mundial es un auténtico filón, y es que con la cercanía en el tiempo, existe mucho material real y no solo eso, es que aún sobreviven soldados, ya muy mayores que combatieron en el conflicto.

A este respecto, no solo al principio de cada capítulo los personajes reales aparecen recordando algún detalle que luego se refleja en el episodio, sino que apelan a su lado humano, coincidiendo todos que el haber estado siempre con el alma en vilo y con la muerte sobre sus talones, los convierte auténticamente en hermanos, y de sangre, por aquello de que de tal trance se establecen vínculos indestructibles. Es más, hay un capítulo final, un extra por así decir, el undécimo, titulado «Estamos solos pero unidos» que, en realidad, es un documental en el que entrañables viejitos cuentan sus andanzas en Europa, gente normal que mató a otra gente normal por imperativo legal, y que luego vivieron una vida absolutamente normal, hasta modélica. En 2001 todavía se reunían una vez al año los de la Easy para reverdecer viejos laureles.

Queda un poso amargo de lo que pasó en la 2ª Guerra Mundial, muerte, atrocidades, devastación, hambre, pobreza… Se preguntaba uno de esos viejitos si habían sido héroes, y como han tenido que responder alguna que otra vez a lo largo de sus vidas, señalaba que los verdaderos héroes fueron los que se quedaron allí, y decía textualmente unas bellas palabras que ayudan a la reflexión sobre el sinsentido de las guerras: «Toda una vida nunca vivida, sin familia, sin nada, sin tener hijos, sin la oportunidad de desarrollar felizmente tu vida. Nada».

Finalmente, siempre soy algo crítico con la percepción que tenemos de la 2ª Guerra Mundial, porque la observamos desde el prisma de los vencedores, o más exactamente de una parte de estos. En aquel conflicto bélico no fueron los Estados Unidos los únicos que salieron victoriosos, lo que pasa es que toda la ola mediática del gran gigante americano ha orientado el pensamiento de prácticamente el mundo entero. También ganaron los ingleses, y sobre todo también ganaron los soviéticos, estos últimos fueron los primeros en entrar en Berlín y, sin embargo, la exaltación del valor estratégico que supuso la intervención de los rusos en el conflicto brilla por su ausencia.

En definitiva, una serie buenísima e imprescindible para un público afín al género bélico y, en especial, el relacionado con la 2ª Guerra Mundial.

Comentarios