"LA PROMESA", DE TERRY GEORGE

Y van cuatro..., me he tomado como costumbre cada Año Nuevo iniciarlo con una película sobre el genocidio armenio perpetrado por los turcos en torno a la 1ª Guerra Mundial; en 2016 emprendí esta misión personal gracias a una recomendación de mi amigo Nicolás Linares y me pareció una temática muy interesante y de suficiente entidad para seguir visionando películas, toda vez que este holocausto sufrido por el pueblo armenio está bastante menos estudiado y difundido que el de la población judía por los nazis; y además porque hay muchas naciones que hoy siguen sin admitirlo y particularmente Turquía, amparándose en que fue consecuencia de una Guerra Civil.

Me llevé un regusto un tanto amargo el pasado año con «Ararat» de Atom Egoyan, una producción fallida en mi opinión, donde el director trataba de hacer un puzle entre el presente y el pasado que terminaba por dejar a medias el mensaje que se pretendía dirigir a la audiencia.

Bien, pues este año he acertado con esta película, con un argumento redondo del propio director, el irlandés Terry George (más conocido por su largometraje de 1993 «En el nombre del padre») y de Robin Swicord, con unas interpretaciones bastante convincentes, muy bien ambientada y, sobre todo, con un mensaje que llega al corazón y que es capaz de explicar un episodio del genocidio armenio, construyéndose mediante una historia que, en parte, está basada en hechos reales.

Pese a que es una película bastante reciente, realizada en 2016 y estrenada en junio de 2017, me temo que se ha promocionado bastante poco en nuestro país, y ello porque se trata de una producción española, estadounidense y canadiense, además de que parte de ella está rodada en España, algunos actores son españoles, así como buena parte del equipo técnico.

En la Turquía de inicios del siglo XX convivían diferentes etnias y religiones; tanto en la antigua Constantinopla (actual Estambul) como en determinadas zonas rurales la coexistencia entre armenios (de religión cristiana) y turcos (de religión musulmana) era relativamente pacífica. Sus cotidianidades mantenían cierto equilibrio, aunque históricamente ambos pueblos mantenían una tímida y relativa llama de discordia, amparados unos y otros en grupos radicales que reivindicaban su protagonismo.

En una de esas zonas rurales, un pueblito (inventado) entre las montañas llamado Siroun, cercano a la actual situación geográfica de Armenia, vive Michael Boghosian (pronúnciese Micael), un joven farmacéutico que elabora fórmulas magistrales que han pasado de generación en generación. No obstante, Michael, protagonizado por el actor guatemalteco Óscar Isaac, tiene vocación de ser médico, aunque no cuenta con medios, y para lograr su cometido ha de prometerse con Maral (Angela Sarafyan), cuya familia le ofrece una bolsa de monedas de oro para poder ir a estudiar a Constantinopla la carrera de médico.

Con el compromiso de volver en un par de años con el título bajo el brazo, Michael se dirige a la capital donde es acogido por su tío Mesrob, un comerciante bien posicionado, y su familia. Mientras progresa con brillantez en sus estudios, intima con la bella Ana Kesarian (Charlotte Le Bon) que es institutriz de los niños de sus tíos. A su vez Ana es novia de Chris Myers (Christian Bale), periodista estadounidense de la Associated Press. Este cubre los prolegómenos de la entrada de Turquía en la 1ª Guerra Mundial, aunque con un perfil bastante crítico dado que esa incursión turca en el conflicto armado será una excusa para la radicalización del gobierno turco e iniciar una política de segregación de los pueblos no musulmanes, con teóricas reubicaciones que no fueron más que acciones para exterminar a poblaciones enteras de armenios.

Con la entrada de los turcos en la Gran Guerra los armenios son reclutados para dicho conflicto aunque Michael puede eludir en primera instancia su alistamiento. No obstante, la tensión seguirá en alza y Michael será detenido y obligado a realizar trabajos forzados, construyendo líneas ferroviarias. Gracias a una carambola conseguirá escapar y llegar a su pueblo sin las ideas muy claras.

Michael, que es el eje central de la película, se debate entre el amor por Ana y su honestidad y ética hacia su prometida Maral. De hecho, esto último prevalecerá y se aislará en las montañas con Maral una vez perfeccionado su matrimonio; en ese tiempo de cierta calma Maral quedará embarazada.

Mientras tanto, Ana y Chris, que han palpado la barbarie que están cometiendo los turcos con los armenios, luchan a su manera por salvar vidas y desembocan en una misión cristiana destinada a preservar a niños huérfanos.

La presión turca no cesará y se extenderá hasta las zonas rurales más recónditas y finalmente Michael, Ana y Chris se encontrarán. Maral ha muerto en una redada de horror junto con otros paisanos.

No hay tiempo para mucho más, solo seguir huyendo, el trío amoroso, noble y hasta natural, no llega a término, o sí, pero para eso es mejor llegar hasta el final del largometraje. De hecho, me parece muy inteligente que aunque la trama amorosa esté presente en toda la acción, no es más importante que la historia en sí, que esta historia que llega a ser casi una película de aventuras.

La parte de la película basada en hechos reales es precisamente el final, en el que cientos de armenios son rescatados por un buque francés desde la montaña de Musa Dag. Un asedio que llegó hasta las mismas aguas, y que en cierta forma me recordó un poco al Titanic.

Desde luego, aunque no he visto demasiadas buenas críticas de la película, a mí me ha parecido una producción muy interesante, bastante entretenida pese a sus más de dos horas de duración, con una música excelente a cargo del compositor libanés Gabriel Yared; y qué quieren que les diga, no conocía a la actriz Charlotte Le Bon, y su interpretación está muy lograda, será porque su belleza inunda toda la pantalla, con unos ojos expresivos capaces de cortar la respiración de cualquier hombre, eso sí, pinta de armenia no tiene para nada, un poco de maquillaje para darle una tez más morena, no hubiera estado mal.

Invito encarecidamente a su visionado, especialmente a aquellas personas interesadas en esta temática, porque yo creo que no se sentirán decepcionados.

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