"EL DESTINO DE NUNIK", DE PAOLO Y VITTORIO TAVIANI

Comenzó el nuevo año con tantos retos y esperanzas para la humanidad por lo insólito e histórico con que se desenvolvió el 2020 y yo no perdí mi costumbre ya arraigada y que únicamente ejecuto el primer día de cada año de ver cine. También desde hace ya unos años me centré en una temática concreta gracias al universo que me descubrió mi amigo Nicolás Linares, como es la del genocidio armenio a manos de los turcos entre 1915 y 1923, y su consiguiente diáspora, acontecimientos que, por otra parte, no son muy conocidos por la opinión pública de hoy. 

No es nada complicado escarbar en las redes y encontrar películas de esta temática, además es que en los últimos años se han hecho unas cuantas y con ciertos medios, por lo que de cara a la imagen y la plasticidad son visualmente entretenidas aunque luego argumentalmente ya pueden ser otro cantar.  

En esta ocasión encontré esta que es, curiosamente, una coproducción española e italiana, y aunque rodada en italiano cuenta en el reparto como figuras destacadas a dos actrices españolas, Paz Vega, esta en el papel principal, y Ángela Molina.  

Como cada vez ocurre en cualquier película que veas sobre esta temática siempre tendrás la oportunidad de observar algún detalle diferente, un enfoque peculiar, datos que ayudan a comprender mejor la dimensión histórica de una realidad aún no resuelta.  

Cobra cierto interés si cabe todo lo que gira en torno al mundo armenio en estos últimos meses, toda vez que este 2020 tan crítico desveló otro conflicto étnico, fronterizo y geográfico, como es el de Nagorno Karabaj, enclave armenio situado en Azerbaiyán sin conexión fronteriza con la propia Armenia. El conflicto se ha resuelto con ciertas cesiones de terreno por parte del gobierno autónomo de Nagorno Karabaj, como digo, de origen armenio. Y todo esto viene a cuento de que la comunidad armenia sigue sin tener unas fronteras definidas (a su gusto) y mantiene el eterno anhelo de una Gran Armenia en el que invoca otras tierras allende a las que actualmente conforman su territorio patrio.  

La película de 2007 se basa en el libro «La casa de las alondras» del año 2006 escrito por la profesora de literatura en la Universidad de Padua, de origen armenio, Antonia Arslan. De hecho la película se titula así originalmente y se evidencia que quisieron atraer al público hispano con ese título y con la figura representativa de Paz Vega.  

Pues «El destino de Nunik» parte de la realidad que se vivía en Turquía hasta principios del siglo XX, el de una comunidad armenia que convivía pacíficamente en ese país con sus habitantes turcos, en este caso en la zona de Anatolia. La separación de raza, religión, lengua, costumbres o cultura no era suficiente para alterar ese equilibrio que se mantenía desde tiempo inmemorial. No obstante para Turquía sus objetivos imperialistas fueron aprovechados con la excusa de la 1ª Guerra Mundial y de que teóricamente los armenios apoyarían a fuerzas invasoras, para proclamar una persecución bestial hacia el pueblo armenio y también con el horizonte de construir su Gran Turquía.  

Nunik (Paz Vega) es una joven que vive en una gran familia, acomodada, diríamos que rica, no trasciende a qué se dedica, aunque ubicada en una zona rural seguramente a temas agrícolas. Se percibe que la tensión crece en la zona y que la presencia de fuerzas militares anuncia lo que la comunidad armenia sabía desde hace tiempo, que se está orquestando su expulsión del país.  

La comunión entre ambas comunidades probablemente más arraigada en las zonas rurales es tal que hay amistades sinceras forjadas desde siempre; y ese es uno de los hilos conductores de esta historia en la que los propios turcos deben atentar, por el cumplimiento debido de las órdenes, contra los que fueron sus amigos.  

De algún modo, se narra incidentalmente el establecimiento de una pequeña comunidad armenia en Italia, que hoy no es más relevante que la de Francia, donde se sitúa el mayor porcentaje de armenios de Europa Occidental.  

Para Nunik también es un drama la situación porque ama a un hombre turco y de su ejército, y este último tiene que debatirse entre el amor o sus principios y su futuro.  

Lo inevitable ocurre, las órdenes son tajantes, exterminar a todos los varones y expulsar a las mujeres y niñas a través de largas y penosas caravanas hacia asentamientos fuera de Turquía, en este caso, hasta Alepo, actual Siria.  

Habiendo visionado ya varias películas sobre esta temática esta se me antoja un tanto vana, deslavazada, con un guion que no se sostiene, falto de ritmo, de enganche; nunca sabes muy bien cuál es el destino de la historia o el destino de Nunik. Aquí los afamados directores italianos Paolo y Vittorio Taviani no ejecutan bien una novela que presumo que tendría su interés.  

La historia se vuelve anodina, previsible dentro de lo caótico, de más a menos, como si el destino de las caravanas de mujeres no tuviera sentido alguno o no despertara interés. Y más allá de su frustrada factura los personajes tampoco terminan de llenar la pantalla, lo hace Paz Vega en un personaje en el que se observa que hace lo que puede, sin terminar de convencer (es una gran señora del séptimo arte y solo su presencia ya mejora lo que veas por pésimo que sea). Menos convincente está Ángela Molina en un papel que será porque el doblaje hecho por ella misma del italiano al español le otorga un carácter un tanto artificial.  

Muchos actores hacen papeles con menos brillantez, encasillado o encasquillados en ese argumento que más parece un todo cien, como si no supieras qué mensaje pretende; los niños, ya sé que son niños y no son profesionales, se desempeñan de una manera muy pobre como si estuvieran en un teatrito. Y las supuestas caravanas de mujeres deportadas, ¿es por falta de presupuesto?, se convierten en una pantomima, en meras excursiones de un aula de un colegio, y ni siquiera compensa algunas imágenes que quieren dar impresión de dureza pero que, habiendo visto otras películas similares, no logran llegarme apenas al corazón.  

Una producción, en definitiva, de resultado fallido y que tangencialmente sí que nos permite seguir construyendo el relato histórico de un exterminio racial del que hoy casi ni se habla.

Comentarios